Es bien sabido que la música "académica" en la actualidad , al menos en el ámbito latinoamericano, es escuchada por un grupo minoritario de la sociedad. Todos los que estudiamos música de manera profesional, sobre todo la que llamamos "clásica", somos concientes de este asunto y del valor social que esta ha ido perdiendo con el paso del tiempo.
Estamos inmersos en una época de industrias, medios de comunicación, capitalismo, comercio, creación de empresas, que en consecuencia es bastante materialista, superficial y masivo. Y, como todo, la música se "adaptó" a estos estilos de vida, sacrificando aspectos como la profundidad e intimidad.
El cantante de nuestra sociedad (que en general carece de técnica vocal) lo evidencia: es necesaria una excelente imagen; es escuchado si canta lo que gusta a la mayoría (una mayoría generalmente cerrada, carente de pensamiento individual y conocimiento de las músicas existentes) y si dice cosas bastante digeribles, por no decir mediocres. El cantante popular es basicamente un producto del mercado y el cantante lírico es un "desadaptado".
Lo anteriormente expuesto es algo que me inquieta mucho y me plantea el reto creativo de descubrir qué pasa con nuestra sociedad, por qué cada vez se vuelve más facilista, por qué gusta de cantantes que no considero cantantes. A partir de esto, creo que es una decisión personal pero que se debe tomar, el hacerse o no comercial, el hacerse o no famoso, el sacrificar el gusto propio en favor del de un público ó, preferiblemente, diseñar un mecanismo equilibrado de hacer lo que a uno lo llena y al mismo tiempo bridar cosas al público sin saturarlo, llevarlo poco a poco, interesándolo, moldeando su gusto, a fin de que en algún momento la música vuelva a ser valorada en la sociedad.
Trabajo de Sebastián
Hace 15 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario